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Hace unos años el móvil de empresa era visto, dentro del ámbito de trabajo, como una herramienta para hacer/recibir llamadas y, en la capa ejecutiva, como envío de correos. Poco a poco los smartphones, dada su versatilidad, se han abierto camino entre todas las capas del negocio. Sobre todo por su bajo coste y altas prestaciones.

Hoy en día, es rara la gran o mediana empresa que no tiene su propia aplicación. Ya sea una intranet de empleados, para venta online... Y es precisamente esta democratización de los dispositivos móviles lo que permite que sea viable ahora el uso de la realidad aumentada en la industria por parte de los diferentes operarios.

Según un estudio que publicó PwC en 2019, la realidad aumentada y la realidad virtual tendrán un impacto de hasta 1500 millones de dólares en la economía mundial en 2030, frente a los 46 millones que tuvieron en 2019. Según este estudio, Europa, Alemania, Finlandia, Reino Unido y Francia verán crecer su producto interior bruto un 2,46%, un 2,64%, un 2,44% y un 0,72%, respectivamente.

Si bien es cierto que el concepto de realidad aumentada en los móviles es antiguo, ya con las famosas Google Glass parecía que se iba a normalizar hace años, es ahora cuando realmente es posible llevarla a cabo con un coste muy bajo para las empresas que deseen beneficiarse de ella. Todo ello gracias a la convergencia de estos factores:

  • Aumento exponencial de la capacidad de computación de los dispositivos móviles

  • Entrada del 5G para una gran trasferencia de datos nunca vista

  • La alta calidad de las cámaras de los smartphones actuales

  • La madurez de los sistemas de big data actuales

Pero ¿por qué el móvil y no dispositivos específicos? La respuesta es simple, por el coste. En un mundo globalizado, bajar los costes de producción es esencial. Por tanto, aunque para temas de marketing puedan quedar mejor unas Google Glass, si con un móvil en un soporte tipo cardboard podemos obtener una experiencia similar con un coste muy inferior, las empresas apostaran por ello.

Sin duda, la realidad aumentada tiene infinitas posibilidades dentro de la industria. Pero la que mas destacaría sería en las labores de formación y más aun en las labores de producción, revisión y mantenimiento.

Hasta ahora el mantenimiento de grandes maquinarias había sido validadas por ojos y oídos de expertos humanos curtidos con miles de horas de experiencia. Más recientemente, la era digital incluyó chequeos electrónicos en dichas maquinarias que agilizaban las labores de mantenimiento y prevención. Pero siguen dependiendo de la validación de expertos humanos para la revisión del desgaste y deformaciones de piezas móviles. ¿Qué dirían esas industrias si pudieran generar sus propios expertos en tan solo unas pocas horas de formación?

Todo lo relacionado con el desarrollo de productos y servicios podría generar hasta 359.400 millones de dólares en el PIB mundial en 2030, gracias a la mejora y a la aceleración de los procesos actuales y de la aparición de técnicas totalmente nuevas.
 
Con el avance de los sistemas de big data se dispone de gran información tanto de deformaciones de materiales, como de desgaste y sus signos de alerta. El operario, que dispondría en su dispositivo móvil de una aplicación que en tiempo real gracias al 5G enviaría información tanto de video como audio a un sistema experto que chequearía la información recibida con sus terabytes de información gráfica y auditiva previamente almacenada. Seguidamente procesaría esa información, que aparecería disponible en la pantalla de vídeo del dispositivo del operario sobre la imagen real y en el punto exacto de la imagen donde el sistema experto haya detectado el problema. A partir de ahí, el operario podría ver desde protocolos de actuación, a procedimientos de reparación con dicho problema específico… Las posibilidades son infinitas.

Es ahora cuando de verdad existe la madurez tecnológica para poder realizar aplicaciones que aporten valor al negocio y, lo que es más importante, el coste de los dispositivos está al alcance de cualquiera. El abanico de la industria que puede beneficiarse de esta tecnología es amplio, sobre todo en las grandes cadenas de producción y mantenimiento de maquinaria pesada. Y en BABEL disponemos de ese conocimiento técnico.

Sergio Ríos
Sergio Ríos

Gerente en BABEL.

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