Tendencias tecnológicas que llegan para mantener la competitividad empresarial

El talento en el mundo tecnológico es el bien más demandado por las organizaciones. Atraer, crear y retener a los mejores profesionales es un problema que todos queremos resolver, y es decisión de las empresas hasta dónde aplicamos la tecnología humanista para conseguirlo.

Merce López
Responsable de medios de comunicación en Babel.

Pensador de Rodas
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La tecnología humanista se define como una filosofía o corriente ideológica centrada en la doble moral que implica la ética y la innovación digital. Ya en 1958, en una conferencia del Instituto de Metales en Londres, Sir Eric Ashby comentó que los generadores del desarrollo técnico deben ser los responsables de resolver los problemas provocados por dichos avances.

Las redes sociales o la inteligencia artificial son uno de los principales focos en tecnologías humanista. El uso de machine learning generando anuncios sobre casas de apuestas a personas con problemas de ludopatía sería un ejemplo. Organizaciones como The Center of Humane Technology (CTH) o el Technological Humanism and Artificial Intelligence impulsan que haya un cambio tecnológico más humano, incluso existe el Manifiesto de Viena (mayo 2019) sobre humanismo digital, firmado por más de mil líderes de todo el mundo.

¿Cómo aplica el concepto tecnología humanista en el talento? Definamos talento como la especial capacidad intelectual o aptitudes de una persona para aprender o para desarrollar con facilidad una actividad. En el sector IT aplica desde dos perspectivas: tecnología humanista en la adquisición de talento y tecnología humanista en la creación de talento.

“Hay una escasez relevante de perfiles con capacidades tecnológicas, tenemos mucha más demanda que oferta”.

Cada vez requerimos de servicios más especializados técnicamente y con las softskills necesarias para los nuevos paradigmas de trabajo post pandemia. Según el informe The State Of European Tech, la demanda ha aumentado un 30%. Al mismo tiempo, las herramientas para la búsqueda de talento son más potentes, por ejemplo, inteligencia artificial, machine learning y/o algoritmos reputacionales. Aplicando estos conceptos obtendríamos perfiles completos, e -incluso- deducir posibles comportamientos ante determinadas situaciones laborales, ¿sería ético utilizar la tecnología con estos fines? Al igual que podemos usar internet con objetivos que probablemente no serían aprobados por la mayoría de la sociedad. Tomar decisiones sobre situaciones nuevas basándose en un histórico es un riesgo que podría llevar a errores. Es muy complicado predecir el comportamiento cuando la situación a gestionar nunca se ha producido. Al mismo tiempo, podemos aplicarla para aspectos positivos.

Por ejemplo, optimizar el mach entre una posición y un candidato, realizando una automatización de ciertos procesos aumentaría la probabilidad de éxito. Generando mayor eficiencia para la organización y menor pérdida de tiempo para el profesional que se ha postulado.

Diríamos que podemos optimizar la adquisición de talento mediante la tecnología desde una perspectiva humanista, sin embargo, para obtener resultados necesitamos la existencia de dicho talento. Una vez superada la pandemia, el volumen de negocio que requiere de la tecnología ha aumentado considerablemente, pero las acciones para la creación de talento no van al mismo ritmo. Según el Instituto Nacional de Estadística, más de un 25% de los alumnos abandonan las carreras técnicas el primer año. Al mismo tiempo, no es indicativo para considerar que estos no se pasarán a un bootcamp que les convertirá en profesionales del sector IT.


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