La tecnología que empodera a las personas

La tecnología es un catalizador del progreso de la humanidad, que -en muchos casos- ha propiciado cambios tan profundos que han marcado un antes y un después en la economía, en la producción y en la misma sociedad. Dos son las transformaciones que en la actualidad se consideran de las más influyentes: el salto desde la programación tradicional hacia modelos de desarrollo no-code/low-code, y el aprovechamiento de toda la fuerza de trabajo de la organización (personas, robots, inteligencia artificial) para llevar a cabo la automatización de sus procesos, la hiperautomatización.

Luis Rodríguez y Leopoldo Colorado
Babel Head of Digital Process Automation and Head of Low-Code and Cloud Services

También puedes escuchar este post en audio, ¡dale al play!

El movimiento no-code/low-code viene a reducir el espacio entre la necesidad de desarrollar aplicaciones, y los conocimientos técnicos requeridos para implementarlas.

Las aplicaciones son parte fundamental de cualquier organización, ya sea para prestar el servicio directo a sus clientes, o para soportar algún proceso corporativo o departamental.

Ninguna organización está libre de la necesidad de construir su propio software si quiere ser diferencial y eficiente, y, sin embargo, esto supone aún un reto técnico que requiere de personal altamente especializado.

Las plataformas no-code/low-code llegan con una propuesta de valor clara: acercar la capacidad de implementación de aplicaciones a usuarios menos técnicos, o aumentar la capacidad del equipo técnico existente por medio de herramientas.

Mientras las soluciones no-code proporcionan herramientas específicas para un área concreta (marketing, contenidos, ventas, etc.) y van dirigidas a los propios usuarios expertos en su materia para que sean más autónomos a la hora de gestionar su área de responsabilidad; las soluciones low-code tratan de potenciar la productividad de los equipos (generalmente con capacidades técnicas) para implementar aplicaciones con menor.

Estas herramientas tratan de potenciar la productividad de los equipos (generalmente con capacidades técnicas) para implementar aplicaciones con menor esfuerzo y en menos tiempo, ya que delegan en la plataforma muchas de las actividades más técnicas que antes tenían que realizar también.

No existe una línea clara divisoria entre plataformas, ya que, cada propuesta de fabricante es diferente, pero todas ellas tratan de proporcionar mayor autonomía a las áreas decisoras y ejecutoras de la compañía, aumentar la productividad y reducir la brecha técnica, justo en el momento en el que se conjugan una mayor escasez de perfiles técnicos con las necesidades exponenciales en la automatización de procesos, cuyo estadio más avanzado es la hiperautomatización.

La hiperautomatización como concepto ha tomado gran importancia durante los últimos años, Gartner lo definió como “el enfoque en el cual las organizaciones identifican, examinan y automatizan, rápidamente, tanto los procesos comerciales como de TI, de forma disciplinada”.

Además, es necesario entender la hiperautomatización como una herramienta de apoyo para los desarrollos a cargo del talento humano y como una forma de operación y control que permita el desarrollo óptimo de todas las áreas de una organización.

De no ser así, corremos el riesgo de situar al capital humano en una delgada línea entre la optimización de los procesos y la incertidumbre de poder ser sustituidos por un robot, un sistema, etc., cuando precisamente de lo que se trata es de sumar y combinar lo mejor de la automatización con lo mejor de las personas y el conocimiento que tienen sobre el negocio.

Para recorrer el camino hacia la hiperautomatización existen distintas etapas, como son el descubrimiento, el análisis y el diseño, así como la automatización, la medición y la monitorización de estos, apoyados por la formación y la cultura de la organización.

También existen unos componentes tecnológicos clave, que son los RPA, que soportan actividades comunes repetitivas con un elevado volumen de carga de trabajo. O los iBPMS, representando el punto de unión entre la tecnología y las personas, facilitando la integración con otras herramientas y habilitando la inserción de nuevas tecnologías como RPA, inteligencia artificial (reconocimiento de imágenes, de texto, predicciones, etc.) en la organización.

Todo esto debe estar amparado por la optimización previa de los procesos sometidos a estudio, de lo contrario seremos más eficaces, pero solo tan eficientes como los éramos hasta ahora. De ahí que las aproximaciones de análisis de procesos, con BPA, con process mining, task mining sigan siendo un elemento fundamental en cualquier escenario de automatización.

Este modelo híbrido que promueve la hiperautomatización trae consigo una transformación en la cultura organizacional y la gestión del cambio, haciendo que la capacitación de las personas y la inversión en el desarrollo del talento sean elementos clave, que darán mayor valor añadido a cualquier eficiencia operativa.

Además, el movimiento no-code/low-code está haciendo que los fabricantes se enfoquen en construir aplicaciones o digitalizar y automatizar procesos con el menor esfuerzo técnico posible para que los usuarios últimos de la solución puedan diseñar y desplegar con autonomía.

Por tanto, podemos decir que low-code es el socio tecnológico en el que las organizaciones pueden apoyarse para maximizar el talento de sus equipos y escalar mediante la automatización de sus procesos.


Soluciones digitales para una sociedad más sana y saludable

SIGUIENTE ARTÍCULO